Cerremos los ojos e imaginemos el conejo blanco del marketing.
Pasa a toda velocidad por cada agencia del mundo agitando un gran reloj y dando un alarido que parece familiar: “¡Ya se me hizo tarde! Me voy, me voy, me voy” (I´m late, I´m late, I´m late- en ingles). Ahora imaginemos que el mismo conejo llega a Colombia y de repente esa personalidad ansiosa creada por Lewis Carroll comienza a perder la batería. El animalito sigue comunicando su mensaje pero lo hace con una voz entrecortada que más bien nos recuerda a los oponentes del conejo de Energizer. Ahora, no es culpa del conejo, su energía está intacta, el problema es que poco a poco empieza a ver que no le ponen atención y… se desmotiva.
Abramos los ojos y veamos la realidad: En Colombia estamos 10 años tarde en marketing con respecto a l mundo. Pero esta es una BUENA NOTICIA, quiere decir que cualquier caso de éxito en marketing que encontremos en Internet nos podría servir de guía para dar el siguiente paso que necesita nuestra marca o cliente.
Piensa, por ejemplo, en algún problema que estés teniendo con uno de tus clientes. ¿Ya? Ahora, si te digo que podrías encontrar la solución a ese problema con solo hablar con quien manejo al mismo cliente hace diez años en Estados Unidos, ¿qué me dirías?
El mundo del mercadeo avanza a un ritmo que solo la tecnología puede entender. Sin embargo, puede que exista una forma de comprender ese cambio permanente. En el desarrollo de estos textos trataré de identificar un patrón al que llamaremos “revoluciones”, actualmente podemos decir que existen cinco revoluciones claramente identificadas, a través de las cuales se pueden observar cambios en la forma de hacer marketing cada vez que cada marca se topa con una de ellas.
Personalmente creo que esa es la realidad y es bajo esta óptica que he podido explicar a mis clientes a qué tipo de mercado se están enfrentando y a qué tipo de soluciones deben apuntar para moverse al ritmo de sus clientes.
De las revoluciones que tengo identificadas, creo que en Colombia apenas vamos en la tercera, -y hemos detectado cinco-. Lo bueno es que ya estamos entrando a mirar la cuarta y si avanzamos con la velocidad original de nuestro amigo el conejo muy pronto daremos el gran salto hacia la quinta solo para dejarla atrás y empezar a construir una propia, una sexta.
Creo que esta “sexta revolución” nos acercará hacia una proximidad más intrínseca, hacia las conversaciones que apoyan a nuestros productos y servicios, a las que llamaremos -advocacy conversations- y nos ayudará a entender cómo es que las conversaciones que creamos con publicidad tradicional -awareness conversations- pueden ser amplificadas, o incluso sustituidas por las anteriores.
Pero para hablar de eso, tenemos que hablar de las primeras cinco revoluciones.
Espero que les guste caer por el agujero del conejo: http://www.youtube.com/watch?v=PPseHQ3PwSs